Cada vez que llevamos a Lúa a la playa tenemos que andar con mil ojos para que no se coma la arena. Es algo muy común que, al jugar y explorar en la playa, los perros ingieran arena de manera accidental… o deliberada. Pero, ¿por qué lo hacen? A veces porque les llama la atención su textura, su olor o simplemente por curiosidad. También pueden hacerlo mientras buscan alimentos o juegan con palos o con otros juguetes. Hoy te explicamos qué hacer si mi perro come arena de la playa.
¿Qué puede pasar si tu perro come arena?
Ingerir pequeñas cantidades de arena en general no ocasiona problemas graves. Sin embargo, si tu mejor amigo come una cantidad considerable, podría sufrir complicaciones importantes. Y es que la arena puede acumularse en el tracto gastrointestinal, provocando una obstrucción intestinal. Esto puede derivar en vómitos, diarrea, dolor abdominal, letargo y falta de apetito. En los casos más graves se necesita una cirugía para resolver la obstrucción en el intestino.
¿Cómo actuar si tu perro ha comido arena?
- Observa a tu mascota. Si sospechas que ha ingerido arena, vigila su comportamiento durante las siguientes horas. Presta atención a cualquier signo de malestar, vómitos, diarrea o cambios en el apetito.
- Hidrátalo. Asegúrate de que beba suficiente agua. La hidratación puede ayudar a movilizar la arena a través de su tracto digestivo.
- Consulta al veterinario. Si notas síntomas de malestar o si tu perro ha ingerido una cantidad significativa de arena, contacta a tu veterinario inmediatamente. No esperes a que los síntomas empeoren.
¿Cómo prevenir que tu perro coma arena?
- Supervisión constante. Siempre que lleves a tu perro a la playa, vigílalo de cerca. Evita que escarbe en la arena o que coma alimentos directamente del suelo.
- Juguetes y entretenimiento. Lleva juguetes para que tu perro se mantenga ocupado y no sienta la necesidad de explorar la arena con su boca.
- Entrenamiento. Enseña a tu perro comandos básicos como “deja” o “no” para evitar que ingiera arena u otras cosas que no debe.
Llevar a tu perro a la playa puede ser una experiencia maravillosa, siempre y cuando tomes las precauciones necesarias para garantizar su seguridad y bienestar. Recuerda que la supervisión y el entrenamiento son clave para prevenir problemas.
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