Hoy os traemos un tema que ha sido muy controvertido hasta hace algún un tiempo y que todavía da que hablar: la desungulación en los gatos, u oniquectomía, una cirugía que consiste en amputar al gato la última falange de cada dedo, eliminando así las uñas de manera permanente. Como lo oís. Es como si a una persona le cortasen todos los dedos desde la última articulación.
Son muchos los dueños de gatos que han decidido llevar a cabo este procedimiento para evitar arañazos en muebles o personas, pero actualmente ya no se puede hacer porque está prohibido por ley. Y es que esta operación tiene implicaciones serias para la salud y el bienestar del gato.
Consecuencias
Las secuelas para el animal son muchas y graves, no es un tema menor. Y es que la amputación de las garras puede causar dolor crónico, problemas de comportamiento y alteraciones en la manera en que el gato camina, lo cual puede llevar a problemas ortopédicos a largo plazo.
Además, conlleva un gran dolor postoperatorio, y aunque se pueden dar medicamentos analgésicos, el dolor y las complicaciones pueden persistir mucho tiempo después de la cirugía.
Y no solo eso, los gatos usan sus garras para diversas actividades esenciales, como trepar, defenderse y mantener su equilibrio. Al ser privados de sus uñas, su calidad de vida se ve muy afectada.
Qué otras opciones tenemos
Si las uñas de tu gato son un problema, no es necesario que le practiques la desungulación. Hay alternativas más seguras y menos crueles. Nos referimos al uso de postes rascadores, al recorte regular de las uñas del gato y al uso de fundas protectoras para las garras.
Entrenar al gato para usar áreas designadas para rascar también puede ser una solución efectiva.
¿Qué dice la Ley española?
En España existe legislación que regula la desungulación de los gatos y otros procedimientos que se consideran innecesarios y que pueden causar dolor y sufrimiento a los animales.
La Ley de Bienestar Animal prohíbe específicamente la desungulación, junto con otras prácticas como el corte de orejas y la sección de las cuerdas vocales, salvo en casos de necesidad médica justificada.
La desungulación es considerada por muchos veterinarios y organizaciones de bienestar animal como un procedimiento cruel e inhumano.
Así, las asociaciones veterinarias en España, como la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC) y la Organización Colegial Veterinaria Española (OCV), apoyan plenamente estas leyes porque consideran que la desungulación es innecesaria y puede causar un dolor significativo y problemas de comportamiento en los gatos.
En su lugar, promueven métodos alternativos para gestionar el comportamiento natural de rascar de los gatos, como postes rascadores y el recorte regular de uñas, tal como apuntábamos anteriormente.
Resumiendo
La desungulación es una práctica que trae consigo un gran sufrimiento y problemas para los gatos. Es fundamental considerar el bienestar de nuestras mascotas y apostar por alternativas menos invasivas y más respetuosas con su naturaleza.
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