Algunos perros sufren mucho cuando se quedan solos en casa. Estar sin la compañía de sus dueños les hace sentirse fatal, caer en una profunda tristeza, y esto es lo que conocemos como ansiedad por separación. Desde Chuchupets, el tren de las mascotas, te explicamos hoy cómo detectar este trastorno y cómo solucionarlo… ¡porque, sí, se puede!
Cómo detectar la ansiedad por separación
Normalmente, los perros que sufren este problema tienen un vínculo muy fuerte con su dueño, un lazo tan estrecho que cuando se rompe, aunque sea solo por unas horas, provoca en el animal una serie de conductas que pueden llegar hasta ser peligrosas para él mismo.
Si tu perro sufre ansiedad por separación lo vas a notar en seguida porque va a hacer destrozos en la casa durante tu ausencia. Cuando se queda solo, su grado de tristeza y nerviosismo es tal que va a ladrar incansablemente, a provocar destrozos en el mobiliario y otros objetos (lo que conocemos como masticación destructiva) e incluso va a hacer sus necesidades en el interior. En casos más graves puede darse también depresión, vómitos, diarrea o automutilación.
Todas estas pistas te alertarán de que tu perro se encuentra ante una situación de estrés que va a necesitar de paciencia y cariño para ponerle fin. Te explicamos a continuación.
Cómo ayudar a mi perro a superar la ansiedad por separación
Tienes que comprender que tu perro no ladra compulsivamente, destroza todo ni micciona en casa para causarte malestar, sino como una respuesta psicológica a una situación que le produce una ansiedad desmedida. La buena noticia es que si detectas el problema, lo asumes y pones los medios necesarios para solucionarlo, lo superaréis pronto y sin complicaciones.
En casos graves hay que consultar con el veterinario porque quizá tenga que recetar al perro algún medicamento antidepresivo. Tampoco está de más que contrates a un educador canino que te dé los consejos y pautas necesarias para poner fin al problema.
Además de esto, te hacemos las siguientes recomendaciones:
- Refuerza su independencia. Tienes que conseguir que no dependa tantísimo de ti. Esto se consigue desde pequeños y con ayuda de ejercicios como el ‘quieto’.
- No le hagas ‘una fiesta’ al llegar a casa. Cuando entres por la puerta, no le hagas caso, mejor espera a que esté tranquilo para empezar a acariciarle.
- Al salir de casa… Igual, actúa con pasotismo, sin despedidas ni nada parecido.
- Haz ejercicios de obediencia. Estos ayudarán a tu perro a relacionarse contigo sin ese apego exagerado que está causando la situación.
- Haz que se mueva. Sal mucho, da largos paseos, haz que se canse, que se relacione con otros perros y personas… Todo esto le ayudará a tener un mejor equilibrio emocional.
- Intenta que se aleje un poco de ti. Esto es lo más importante. Por ejemplo, no es necesario que esté pegado a ti mientras ves la televisión. Sabemos que te encanta, pero piensa que al final esto le hace sufrir. Así, ignórale cuando esté muy pegado y háblale, acaríciale, dale premios, cuando esté más retirado de ti.
- No le castigues. Como te decíamos antes, tu perro no hace esto por fastidiarte y castigarle solo va a agravar el problema.
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