Si convives con un gato, seguramente te has encontrado alguna vez con las patas del sofá hechas trizas. Y es normal frustrarse, pero antes de regañarle, hay algo muy importante que debes saber: rascar es una necesidad natural para los gatos, no una travesura. Como lo oyes… y es que este gesto les ayuda a marcar territorio, liberar estrés, afilarse las uñas y estirar sus músculos. Así que lo ideal no es evitar que rasque, sino enseñarle dónde puede hacerlo sin poner en peligro tus muebles favoritos. Apunta, pues, estos consejos para enseñar a tu gato a usar el rascador.
Elige bien el rascador (o varios)
No todos los gatos son iguales ni todos los rascadores funcionan igual. Hay gatos que prefieren los verticales, otros los horizontales, y algunos que solo se sienten cómodos con superficies inclinadas. También influye el material: cartón, cuerda de sisal, moqueta… La clave es probar hasta encontrar el tipo que le gusta. En muchas casas funciona tener varios rascadores repartidos en zonas clave.
Dónde colocarlo para que lo use de verdad
Por instinto, los gatos rascan en lugares visibles, cerca de donde duermen, o donde suelen estirarse al despertar. Así que no escondas el rascador detrás de la puerta ni lo pongas en una esquina lejana. Colócalo cerca del sofá, junto a su cama, o donde hayas visto que suele rascar. Luego, si quieres, puedes ir desplazándolo poco a poco.
Atraerlo con refuerzos positivos
Puedes rociar el rascador con sprays atrayentes específicos. También puedes frotar tus manos por la superficie del rascador para dejar tu olor y que le resulte familiar. Y sobre todo: cada vez que lo use, premia a tu gato con snacks para gatos, una caricia o unas palabras suaves. De esta forma, asociará el rascador con una experiencia positiva.

¿Y si sigue rascando el sofá?
No sirve de mucho regañarle: los gatos no lo entienden como los perros. En lugar de eso, cubre temporalmente el sofá con mantas o con láminas anti-rascado, y asegúrate de que el rascador está más visible, atractivo y accesible que el sofá. A la larga, con constancia, lo elegirán sin dudar.
La clave está en entender a tu gato y ofrecerle opciones atractivas para canalizar su comportamiento natural. Esperamos que te resulte útil y que tu gato no vuelva a clavar sus uñitas donde no debe jaja. Para más consejos, no dejes de seguirnos en este blog y en nuestra cuenta de Instagram. ¡Hasta pronto!