Estamos a unos días de que comience el mes de septiembre y, por tanto, del fin de las vacaciones para muchos. ¿Sabías que la vuelta a la rutina después del verano no solo afecta a los humanos? Nuestros perros también pueden sufrir cambios emocionales significativos.
Esto tiene una explicación muy lógica. Durante las vacaciones, solemos pasar más tiempo en casa, realizar actividades al aire libre con nuestros perros y proporcionarles mayor atención y cariño. Este cambio en la dinámica diaria puede ser muy positivo para ellos, pero cuando todo vuelve a la normalidad, algunos perros pueden experimentar síntomas similares a la depresión.
Y es que para nuestras mascotas tampoco es fácil cambiar la montaña o la playa por un piso en la ciudad, más aún cuando muchos dueños tenemos que salir a trabajar fuera de casa y dejarles solos durante una parte del día.
La depresión en perros, aunque no es exactamente igual a la humana, puede manifestarse de varias maneras.
Síntomas
Los síntomas más comunes son los siguientes:
- Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban.
- Disminución del apetito
- Letargo
- Cambios en el sueño y comportamiento más retraído o ansioso
- También se pueden mostrar señales de apego excesivo o, por el contrario, que busquen estar solos con más frecuencia.
Este tipo de depresión suele estar relacionado con la falta de estimulación y compañía a la que el perro se había acostumbrado durante las vacaciones. Y, como decíamos, al regresar al trabajo y otras obligaciones, los dueños pueden dejar a sus mascotas solas por un tiempo más largo, lo que aumenta su estrés y tristeza.
Cómo ayudar a tu perro a adaptarse a la nueva rutina
- Mantén consistencia en su vida diaria para brindarle estabilidad.
- Dedica tiempo a jugar con él y mantenerlo activo.
- Sácalo a pasear regularmente para que libere energía y se mantenga estimulado.
- Proporciónale juguetes interactivos que mantengan su mente ocupada.
- Considera contratar a un paseador de perros si pasas mucho tiempo fuera.
- Evalúa la opción de llevarlo a una guardería para mascotas, especialmente si tu perro es muy social.
Aunque los perros pueden experimentar una forma de depresión tras las vacaciones, con un poco de esfuerzo y atención, podemos ayudarles a adaptarse y recuperar su habitual bienestar emocional.
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