¿Los perros y los gatos se pueden llevar bien? ¡Por supuesto! No solo es posible sino que es lo normal. Pero si tú todavía no has conseguido que haya paz entre tus mascotas, apunta estos consejos para conseguir una buena convivencia entre perros y gatos. Si conoces las necesidades de cada especie, le das a cada una el ‘oxígeno’ que necesita, refuerzas el vínculo entre ellos y haces algunos cambios en vuestras rutinas, muy pronto podrás ver los cambios.
Consejos para mejorar la relación entre perros y gatos
Apunta esta lista de recomendaciones que te damos en Chuchupets para alcanzar la paz y armonía en casa.
No les obligues a interactuar. Es un consejo de base. Has de respetar sus tiempos y costumbres, así que nunca fuerces la relación entre ellos. Déjalos a su aire, es mucho mejor que se acerquen cuando quieran, cuando se sientan cómodos y seguros. De lo contrario, obtendrás el resultado opuesto.
Delimita su espacio. Sobre todo los gatos, necesitan su espacio, su zona de descanso o su rincón en el sofá. Así que, por el bien de todos, trata de definir cuáles son los sitios de cada uno y cuáles son su pertenencias (bebedero, comedero, arenero, juguetes, etc.). Si un perro hace sus necesidades en el arenero del gato, es posible que este decida no volver a utilizarlo. Así que separa sus cosas, incluso en estancias diferentes si crees que es necesario.
Utiliza los refuerzos positivos. Premia a tus mascotas en aquellas situaciones que van a favor de la convivencia. Por ejemplo, cuando haya un acercamiento entre ellos o en situaciones de paz y calma, hazles saber que estás contento y que tienen una recompensa por ello, ya sean chuches para mascotas o caricias, palabras de aliento, juegos, etc. Si consigues que tus mascotas relacionen su acercamiento con algo positivo, tendrás mucho terreno ganado.
No les castigues en situaciones difíciles. Cuando veas que hay una situación tensa y que puede acabar mal, es mejor que los distraigas con algo para que abandonen su actitud a que les recrimines por su mal comportamiento. Como te decíamos en el primer punto, es mejor que no intentes dirigir sus conductas, deja que ellos interactúen por sí mismos.
Haz ejercicio con tu perro. Como te hemos contado en varias ocasiones en este blog, los perros están mucho más tranquilos cuando están cansados. Necesitan una dosis diaria de ejercicio (paseos, juegos, carreras…) para descargar toda esa energía natural que tienen. Así, en este caso, un perro cansado no será tan insistente con su amigo el gato a la hora del juego. De lo contrario, intentará jugar con él sin parar y podrá llegar a molestarle.
¡Cada uno su comida! Los gatos son puramente carnívoros, mientras que los perros no lo son, así que cada uno debe llevar su propia alimentación. Además, como te decíamos antes, has de separar muy bien sus comederos, sobre todo para que tu gato no se sienta intimidado con la presencia de su voraz compañero.
Aunque son especies distintas, los perros y los gatos normalmente terminan por llevarse bien. Incluso agradecen la presencia del otro cuando tú no estás en casa. Así que, si estás pensando llevar un compañero a tu mascota, que esto no te frene. Por su parte, encantados de tener compañía 😉
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