Limpiar los ojos a tu perro y quitarle las legañas es una tarea que debes apuntar entre las rutinas de higiene habituales. Igual que has asumido otras responsabilidades de aseo como bañarle, cepillarle o limpiarle los oídos, también debes tratar de tener sus ojos bien limpios porque así evitarás las infecciones oculares. En realidad, hacerlo es algo sencillo, así que atento porque te lo contamos aquí.
Por qué hay que limpiar los ojos a los perros
Los ojos son órganos sensibles y muy delicados que hay que cuidar porque las conjuntivitis pueden aparecer fácilmente. Son muy molestas y contagiosas, así que si eres capaz de prevenirlas estarás haciendo un gran favor a tu mejor amigo. La cuestión es que la suciedad acumulada en los ojos, el polvo o las legañas hacen que terminen por proliferar las infecciones. Te darás cuenta de que tu perro las sufre porque aparecerán estos síntomas:
- Tiene los ojos rojos e hinchados
- Se le forman costras alrededor de los ojos
- Se le pegan los párpados
- Se frota en la zona
- Tiene secreciones verdosas o amarillentas.
Ante la mínima sospecha tienes que llevarle al veterinario para que evalúe el alcance de la enfermedad y ponga a tu perro el tratamiento adecuado.
Cómo limpiar los ojos a tu perro paso a paso
Así es como limpiamos los ojos a nuestra mascota, Regaliz, dos veces por semana.
Antes de empezar, debes tener esto a mano:
- Una gasa
- Suero fisiológico o una solución de limpieza ocular, como la que te ofrece Frontline.
Esta solución tiene una composición que se asemeja al lagrimeo natural de los perros, lo que le ayuda a mantener el ojo hidratado y a eliminar impurezas, polvo y suciedad. Puedes comprar este producto aquí.
Una vez tengas listas las gasas y el suero o la solución ocular, tienes que proceder a limpiar los ojos siguiendo estos pasos.
- Impregna la gasa con el suero o la solución
- Limpia el ojo pasando la gasa suavemente, siempre en sentido del lagrimal hacia afuera, y retirando las legañas y la suciedad que pueda tener acumulada
- Cuando termines el primer ojo, coge otra gasa (es importante no usar la misma para no pasar nada de un ojo a otro) y repite la operación.
- Y al finalizar, nunca viene mal una chuche, una caricia y una palabra de ánimo, así asociará esta rutina con algo positivo 😉
¡Repite este proceso de forma periódica para prevenir las infecciones! Próximamente, más consejos en el blog de Chuchupets.