¿Ha llegado un gatito recién nacido a casa y no sabes qué hacer? Si tiene la suerte de vivir con su madre, estará cuidado y atendido por ella. Ahora bien, si su madre no está, entonces ya sabes a quién le toca ejercer este papel: sí, a ti.
Prepárate porque es un camino muy bonito pero intenso a la vez y para el que te has de informar muy bien si quieres que todo fluya con normalidad. Y para eso estamos nosotros aquí, para ayudarte y darte los consejos que necesitas para cuidar a un gato recién nacido. ¡Apunta, que empezamos!
Cómo alimentar a un gato recién nacido
Vamos a empezar a hablando de la alimentación. Lo ideal es que los gatitos tomen leche materna, pero si esto no es posible, podemos comprar leche maternizada como la que te ofrecemos en Chuchupets: Lactadiet calostro gato.
Esta leche se aconseja para gatos que han nacido en camadas numerosas y a los que la madre no puede atender correctamente, para gatitos huérfanos o para los que se encuentran físicamente débiles.
Contiene todos los nutrientes necesarios para que el gato crezca de forma saludable, tenga un correcto desarrollo del cerebro y de la capacidad visual, además de estimular su sistema inmunológico: Omega 3, proteínas, minerales, aminoácidos, calostro natural, vitaminas, aceites vegetales, etc.
En cuanto a la forma de administración, es muy sencilla:
- Calentamos agua a una temperatura de 40º
- Vertemos el agua en el biberón y añadimos un sobre de lactadiet por cada 30 mililitros de agua
- Agitamos bien y servimos (nunca después de una hora tras la preparación).
¿Qué cantidad de leche diaria deben tomar?
En el caso de la leche maternizada que os estamos presentando, esta es la cantidad recomendada por el fabricante.
- Cachorros de 1-15 días: 20-40 mililitros al día repartidos en 6-10 tomas.
- Cachorros de 15-45 días: 40-100 mililitros al día en 4-6 tomas.
A partir del destete, como máximo en la octava semana, ya podrás empezar a darle alimentos sólidos como estos.
Otros cuidados
Cuando cojas a tu gatito, acarícialo suavemente. Las caricias suplen el lamido de la madre y controlan el estrés de tu pequeño felino.
La temperatura de la estancia donde va a estar el gato es muy, muy importante porque es fácil que sufran hipotermias. Así que, hasta la semana cuarta debes procurarle un espacio que esté a unos 30ºC de temperatura. A partir de la cuarta semana ya podrás bajar hasta los 23ºC.
Los gatitos sin madre no saben miccionar ni defecar por sí mismos al menos durante los primeros 21 días de vida, así que es otra de las cosas a las que le vas a tener que ayudar en estas semanas. En concreto tu tarea es la de estimularle después de cada toma de leche para que lo haga, y para ello solo tienes que hacer un masajito en la zona anal y genital con un algodón previamente humedecido.
A partir de los 15 días de vida y hasta los dos meses el gatito entra en una etapa de socialización en la que aprende a interactuar con otros gatitos, personas y otras mascotas que tengamos en casa. De esta etapa y de cómo se socialice dependerá en buena parte su comportamiento en el futuro, por eso es importante que le acostumbres a estar no solo contigo sino también con familiares, amigos y otros animales. Además, ¿sabías que si le acaricias mucho será más dócil y tranquilo de adulto?
Para socializar a tu gato correctamente te aconsejamos que le acostumbres a tus rutinas diarias, a los ruidos, a los horarios, a los espacios, a ir al veterinario… Por ejemplo, no tengas reparo en utilizar tu secador de pelo como lo has hecho hasta ahora. Con el paso de las semanas se irá habituando a todas esas situaciones y las irá interiorizando y viendo como normales. Eso sí, empieza con estímulos más suaves y ve subiendo de nivel con el paso de los días. También puedes darle algún premio para gatos para que asocie una situación estresante con algo positivo.
El juego también es muy importante en esta etapa pero, eso sí, utiliza juguetes apropiados, mejor si son especiales para gatos.
Esperamos que estos consejos te hayan servido de ayuda. ¡Disfruta mucho de tu pequeñín!